La Torre de la Calahorra es un edificio significativo, al haber recorrido tantos siglos de historia y diversas culturas, por eso puede representar con especial intensidad los encuentros y endendimientos entre los seres humanos que debemos procurar.
Es uno de los espacios más importantes de Córdoba que dotan a la ciudad de su carácter de paradigma de la convivencia. No sólo el edificio simboliza la interculturalidad, sino que también lo personifica su contenido por albergar en su interior el Museo Vivo de al-Andalus. Sus ocho salas tienen un doble objetivo: viajar por la cultura en al-Andalus al mismo tiempo que se ponen de manifiesto aspectos positivos de la colaboración entre cristianos, judíos y musulmanes, tres religiones entroncadas por un mismo patriarca (al que respectivamente llaman Abraham, Abraham e Ibrahim).
Este Museo posee reconocidos valores pedagógicos, que consolidan los propios del entorno natural y urbano del Monumento que lo contiene. Un museo por dentro y por fuera, que nos aproxima a la Historia, a la vez que se constituye como parte de ella.